El cáncer infantil no siempre se puede prevenir, pero el diagnóstico temprano y los controles pediátricos anuales son esenciales para aumentar las posibilidades de tratamiento y recuperación.
¿Cómo favorecer la detección temprana?
- Realizar los controles de salud periódicos con el pediatra.
- Estar atentos a señales de alerta, como fiebre persistente, pérdida de peso sin causa, fatiga extrema o bultos anormales.
- Promover un estilo de vida saludable, con alimentación equilibrada, actividad física y evitando la exposición a sustancias nocivas.
La consulta médica regular permite detectar a tiempo posibles signos de alarma y garantizar un tratamiento adecuado.
En este día, reforzamos el compromiso con la salud infantil, la importancia de la atención médica regular y el diagnóstico temprano.