
¿Por qué es importante donar sangre?
El 9 de noviembre de 1914, el Dr. Luis Agote realizó la primera transfusión de sangre en el país a una mujer que sufrió una hemorragia post-parto. El donante fue Raúl Mosquera, empleado del Hospital Rawson donde tuvo lugar la transfusión.
Más de 100 años después de aquel día, se sabe que las donaciones de sangre salvan vidas y mejoran la salud de muchas personas. La decisión de donar sangre es voluntaria y altruista y puede salvar una o varias vidas: Si la sangre se separa por componentes –glóbulos rojos, plaquetas y plasma–, pueden ser utilizados individualmente para pacientes con enfermedades específicas.
Es importante tomar conciencia y donar sangre regularmente (deben transcurrir al menos 2 meses entre una donación y otra), porque la sangre se puede conservar durante un tiempo limitado y luego deja de ser utilizable. Las donaciones regulares de sangre por un número suficiente de personas sanas son imprescindibles para garantizar la disponibilidad de sangre segura en el momento y el lugar en que se precise.
Cualquier persona, en algún momento de su vida, puede necesitar una transfusión: mujeres con complicaciones obstétricas (embarazos ectópicos, hemorragias antes, durante o después del parto, etc.); personas con anemia grave; personas con traumatismos graves; pacientes que se someten a intervenciones quirúrgicas y médicas complejas o enfermos de cáncer. También se requiere de sangre para realizar transfusiones periódicas en personas afectadas por enfermedades como la talasemia o la drepanocitosis.
Donar sangre es fácil y seguro; todo el material utilizado es estéril y descartable.
Fuente: OMS